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10 de junio de 2015

      LA AUDITORIA INTERNA Y LA PROYECCIÓN EMPRESARIAL   
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Deloitte referencia a la auditoría interna como un proceso cuya responsabilidad de parte de la Alta Gerencia de las compañías, y se encuentra diseñado para proporcionar una seguridad razonable sobre el logro de los objetivos de la organización.
El Instituto de Auditores Internos (The Institute of Internal Auditors - IIA) define la auditoría interna como “una actividad independiente y objetiva de aseguramiento y consulta concebida para agregar valor y mejorar las operaciones de una organización. Ayuda a una organización a cumplir sus objetivos aportando un enfoque sistemático y disciplinado para evaluar y mejorar la eficacia de los procesos de gestión de riesgos, control y gobierno”

Esta definición, que tiene toda la aceptación internacional, concibe a la auditoria interna como una evaluación del riesgo y de la eficacia al interior de las organizaciones, desde la gestión, los procesos comunicativos en los mandos medios y bajos que deben garantizar el flujo de la información en el sistema empresarial, esto es el sistema de información y comunicación, el cual está determinado por los software, el personal, los datos; y entre mayor sean los niveles de utilización de las tecnologías de información en las empresas, estas requerirán también de mayor uso de aplicaciones con software y menos usanza de procesos manuales. El auditor interno deberá estar en buena tónica para trabajar en paralelo de acuerdo a las condiciones dadas en la organización y hacer recomendaciones a partir de la realidad del mercado externo, es decir del sector en que está ubicada ésta.
Un elemento estructural en las empresas que trabajan proyecciones y metas a largo plazo buscando la permanencia en el mercado es la valoración del conocimiento y la comunicación como herramientas de convergencia entre todos los funcionarios para contribuir como valor agregado de la organización misma. De esta manera el cumulo de información que dispone la empresa y la adecuada comunicación entre el nivel estratégico, los directivos y operarios, hacen parte de un activo invaluable de las organizaciones en la sociedad del conocimiento. El auditor interno juega un papel importante en esta información y su estructuración a través de la evaluación de los elementos del control y  las recomendaciones que arroje en sus informes para mejorarlos.
Los componentes del control se consideran:
  • Ambiente de Control.
  • Evaluación de Riesgos.
  • Actividades de Control. 
  • Información y Comunicación.
  • Supervisión o Monitoreo.
De esos componentes el presente escrito resalta la información y comunicación, tratado como parte de un activo intangible que puede poseer la organización acompañado de la información importante que la destaca de otras. El ambiente de control en la medida que es el reflejo de la alta dirección, los mandos medios y cada uno de los funcionarios al comprometerse a incidir en la organización con valores éticos y obtención de resultados previamente establecidos mediante objetivos, metas, y reglamentos.
Conforme a lo expresado se puede afirmar que  el valor que forja el auditor interno y los procesos de evaluación que efectúa, sus informes en cumplimiento de los estándares propuestos por los órganos e instituciones internacionales, constituyen una fuente de perfeccionamiento continuo en los procesos internos y externos de las corporaciones, son una enorme base de preparación para la recepción de futuras auditorías externas y transmiten valores agregados  en las proyecciones a largo plazo.


Referencias:
Blanco Luna, Yanel. 2004. Normas y procedimientos de la auditaría integral. Bogotá DC: Ecoe ediciones.
Peña Bermudez, Jesús . 2005. Control, Auditoria y Revisaría Fiscal. Bogota DC: Ecoe Ediciones.


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